El día de hoy
Sony anunció su consola casera de siguiente generación, el
PlayStation 4.
Lejos quedaron los días de las presentaciones fundamentadas en el ego y
en números intrascendentes. Esta noche vimos una estrategia
transparente para atraer a un actor importantísimo en este teatro de
apariencias llamado industria de los
videojuegos: los desarrolladores.
¿Qué significa esto para nosotros, los videojugadores?
Pequeños y grandes actores
El PlayStation 2 es recordado como una consola aplastante. Devastó el
panorama de la industria con una corriente fuerte y constante de
excelentes títulos. El apoyo de terceros que logró Sony no tiene
paralelo histórico. El mensaje que me deja la conferencia de hoy es
claro: Sony quiere repetir el fenómeno.
A pesar de dos grandes ausencias en la conferencia —EA y Konami—,
Blizzard anunció su regreso a las consolas y una asociación con
PlayStation. También tuvimos a Capcom, Square Enix y a Epic
Games presumiendo sus nuevos motores de siguiente generación. ¿Y qué decir de Ubisoft con
Watch_Dogs,
un juego que fue anunciado en E3 pasado (misteriosamente, sin los logos
de PS3 y Xbox 360)? Lo importante aquí es que todas y cada una de las
compañías que presentaron algo en el evento alabaron la arquitectura del
PlayStation 4. Y no hablo sólo de los grandes…
Brian Provinciano, por ejemplo,
tuiteó
sobre cómo espera que el SDK de la consola sea igual de accesible que
el del PS Vita. También tuvimos a Jonathan Blow, fuerte crítico de las
restricciones de las plataformas actuales, anunciando que
The Witness estará disponible en la nueva consola de Sony. ¿Notaron cómo ninguna celebridad “cool” se paró en el escenario esta noche?
Menos celebridades. Más desarrolladores
Y es que el mensaje que SCE nos dio a todos hoy fue: al diablo las
celebridades; PlayStation 4 significa grandes juegos. No presenciamos
gente bailando (salvo por ese extraño demo de Media Molecule que nadie
entendió…) ni a nadie “en onda” explicando que es muy fan de una
franquicia. No. Esta noche vimos a desarrolladores apasionados hablando
de sus proyectos y sus ideas. Desde el estudio AAA hasta el
independiente que va a publicarse a sí mismo en la plataforma, el
PlayStation 4 parece ser un sueño para la creación de videojuegos.
¿Notaron cómo lo primero que detallaron fue la arquitectura del
sistema? Escuché en repetidas ocasiones: preguntamos a los
desarrolladores qué querían y vimos la forma de lograrlo. Muchos
parecían emocionados por las nuevas características “sociales” de la
consola. El hardware está diseñado, efectivamente, para soportarlas: 8GB
de memoria, un chip secundario para efectuar procesos en segundo plano,
etcétera. Me preocupa, sin embargo, la velocidad de lectura del
Blu-ray (sólo es 6x). ¿Les molesta tener que instalar juegos en un disco
duro? Parece que el culpable de que tengan que hacerlo en el PS3 logró
colarse a la siguiente generación. Sí: hablo de la baja velocidad de
lectura de la unidad óptica.
Pero a fin de cuentas no es tan grave. Lo que importa es que haya
estudios dispuestos a apostar por tu nueva consola. El PlayStation Vita
es la muestra de lo que ocurre cuando los terceros no están dispuestos a
arriesgar costos de producción por publicar en tu plataforma, pero
parece que el PlayStation 4 cuenta con el apoyo de grandes
desarrolladores y toda la infraestructura que Worldwide Studios ha ido
construyendo a lo largo de estos años. Mucho software y de gran calidad
es la fórmula ganadora que llevó al PlayStation 2 al éxito. La nueva
consola de Sony va por ese camino.
E3
Sony seguramente se ha guardado el trabajo de estudios como Naughty
Dog para el próximo E3. Después de todo, debe contrarrestar el ya
inevitable anuncio de la siguiente Xbox. Además, todavía nos falta ver
lo que EA y Konami tienen preparado para la siguiente generación.
Los terceros, por otro lado, apuestan ahora por motores de juegos
propios. Véanlo como una inversión para ahorrar costos de
licenciamientos de terceros. Dudo mucho que la siguiente generación esté
dominada por Unreal Engine 4. Capcom tiene su Panta Rhei, Square Enix
su Luminous e EA, Frostbite. Todos los grandes jugadores se preparan
para ser autosuficientes y no depender de terceros para desarrollar sus
títulos. La siguiente generación será una batalla por ver quién crea el
motor más flexible y accesible para el desarrollo.
E3 significará probar dos consolas nuevas, un montón de juegos para
los sistemas anunciados y además toda la artillería pesada de Nintendo.
De pronto entramos a una etapa de la industria que no veíamos desde hace
años: la renovación de una generación. Muchos de ustedes eran muy
jóvenes para recordarlo con la seriedad que amerita, pero estas
transiciones son sanguinarias: muchos desarrolladores desaparecen, hay
proyectos que fracasan y compañías que, de estar en la cima, descienden
al segundo o tercer lugar.
Retrocompatibilidad
Hoy Sony
anunció
que ni las compras realizadas en la PSN ni los juegos que hayamos
adquirido en formato físico del PS3 serán compatibles con el PlayStation
4. La razón es obvia: la arquitectura de las dos consolas es muy
distinta. Quienes pidan retrocompatibilidad total están pidiendo algo
que perjudicaría la consola.
¿Recuerdan cómo sufrió el PS3 por su alto costo? La razón, entre
otras cosas, era la capacidad de reproducir títulos de PS1 y PS2. El
aparato básicamente tenía adentro un PlayStation 2 para poder hacerlo.
El resultado fue desastroso para las ventas de la consola. El precio de
entrada era simplemente muy alto. Lo peor de todo es que esto no sólo le
costó una porción del mercado al sistema, sino que —en parte— la culpa
la tuvo una característica que fue muy poco utilizada y que al poco
tiempo fue removida.
No importa si se trata de una descarga digital o un juego en Blu-ray,
la arquitectura Cell del PS3 vuelve virtualmente imposible reproducir
ese contenido en el hardware del PlayStation 4. Sony ha apostado por
complacer a los desarrolladores y facilitar el desarrollo. ¿Se acuerdan
cómo casi siempre la versión de PS3 era la inferior en muchos títulos
multiplataforma? Culpen a la especializada arquitectura que, si bien
tenía sus ventajas, éstas sólo eran aprovechadas por los estudios
internos de Sony y los juegos exclusivos. Al estandarizar el hardware,
el entorno de desarrollo se vuelve mucho más amigable.
Evidentemente, se pierden algunos aspectos únicos. Pero lo que marque
la diferencia ya no será el hardware, sino los servicios integrados y
el software exclusivo de la plataforma.
Bienvenido, PS4
“Innovación” es una palabra engañosa. Los ingredientes del éxito en
la industria no están escritos en piedra, pero hay un par de puntos
lógicos. El primero: el apoyo de los desarrolladores es vital. El
segundo: el apoyo de los videojugadores es fundamental. Todo lo demás es
accesorio. Si la comunidad no adopta la propuesta social de la consola o
si los desarrolladores tienen que lidiar con complejas herramientas de
desarrollo, todo se habrá perdido. Sin embargo, es pronto para augurar
el futuro del PlayStation 4. Ya vimos los juegos, las especificaciones
de la consola, la conectividad social (ahora va a ser mucho más fácil
grabar nuestros Hands-On en video —lo que es mejor: cualquiera podrá
hacerlo), el apoyo de los desarrolladores y el control. Sólo nos falta
conocer dos datos críticos: la fecha de salida y el precio.
Por lo pronto, la conferencia de Sony me deja tranquilo. Ya no más
“motion controllers” ni celebridades ni bailes ni parafernalia. Esta
noche vimos juegos y desarrolladores. Gracias por eso Sony. Bienvenido,
PlayStation 4.
Fuente: www.atomix.vg